Tu opinión
‘El más despabilado de la clase’, por Juan Ferrero
Oriol Junqueras, presidente del partido Izquierda Republicana de Cataluña, y que participó en el golpe parcial de estado, no salió huyendo como hizo Puigdemont, sino que ingresó dócilmente en la cárcel en marzo del pasado año.

Oriol Junqueras, presidente del partido Izquierda Republicana de Cataluña, y que participó en el golpe parcial de estado, no salió huyendo como hizo Puigdemont, sino que ingresó dócilmente en la cárcel en marzo del pasado año.
Ante el Tribunal Supremo hizo una actuación presentándose como un inocente mártir de la causa catalana. Aseguró que él no había hecho nada malo; y en el discurso que siguió, no se molestó en defenderse. Todo lo que habló fue pensando en dos objetivos: convencer a los países extranjeros (pendientes de él en esos momentos) de la tremenda represión que el pueblo catalán sufría por parte de Estado español. Y el otro objetivo, ser reconocido como líder supremo e indiscutible de los independentistas cuando saliera (probablemente indultado) de la cárcel-hotel en la que se encontraba.
Los separatistas, tras casi cuarenta años chantajeando a los gobiernos corruptos de España y adoctrinando al pueblo catalán desde su infancia, sumergiéndolos en un clima de imposición y miedo, creían que había llegado el momento de dar el salto definitivo hacia su independencia, aprovechando la permanente inestabilidad del Gobierno español.
Pero le fallaron los cálculos. A pesar del trabajo sucio ejercido sobre la población, solo habían conseguido que los independentistas pasaran del 10% (1977) al 47% en la actualidad, aproximadamente.
Junqueras, en su cárcel-hotel, reflexiona y piensa que ahora es un error continuar con un enfrentamiento violento y directo con el Estado español. Toca hacerse el manso, colocarse la piel de cordero, establecer buenas relaciones con los partidos de ámbito nacional que proclaman el derecho que asiste a los catalanes a decidí su destino por medio de un refrendo. Sabe que con el mantenimiento en Cataluña del régimen de engaño, de temor a discrepar y de odio hacia todo lo español conseguirá el 80 o 90 por ciento de independentistas al cabo de 10 o 15 años. Junqueras espera recoger en ese momento los beneficios, con el convencimiento de que superando el 50% ya sí podrá proclamar la independencia sin necesidad de contar con el resto de España. Y, aunque eso seguiría siendo un golpe parcial de Estado, mucho me temo que la mayoría de españoles le darían su visto bueno, ocurriendo entonces con las regiones españolas lo que al collar de perlas que se le rompe el hilo que las une: saliendo una, las demás van detrás.
Personalmente, a la desaparición de España como tal, convertida en diecisiete o más naciones (recuérdese la España cantonal de la I República), cada una con su dialecto o lengua, no le veo ninguna ventaja ni beneficio para las clases obreras ni para la población en general, máxime teniendo en cuenta que esto de los nacionalismos es un invento engañoso e innecesario, creado en cada zona por camarillas de las ricas y rancias clases sociales que solo aspiran a convertir sus respectivos territorios en sus propios cortijos, de los cuales no tengan que rendir cuentas a nadie ni de sus economías ni de sus corrupciones. Y tenemos como ejemplo a los separatistas catalanes.
Juan Ferrero

Tu opinión
‘Esas viejas fábricas abandonadas’, por Javier Cabrera de Castro

Fue entre los años 1975 y 1976. Yo tenía 13 ó 14 años y, desde mi ventana de clase en los Salesianos, me distraía cada día observando cómo esos impresionantes tubos de cemento se elevaban del suelo, como si quisieran tocar las nubes. Con esa edad, bueno, con esa edad y también con la que ahora tengo, cualquier cosa es capaz de distraerme y, en aquel caso, mi imaginación en más de una ocasión me trasladó a la misma cúspide de esos gigantes. Llegué a ver cada detalle sin estar en realidad allí.
Supe que eran silos para la nueva fábrica de piensos de COVAP y también que se había utilizado, según me dijeron en una ocasión, una técnica constructiva innovadora para la época, empleada por primera vez en esa construcción.
Hoy en día, cualquier joven que vea esa industria no puede imaginar lo mucho que significó para las comarcas donde COVAP siempre tuvo una presencia significativa. Fue una obra arriesgada y valiente, y aunque ahora la veamos abandonada, todo ese complejo lácteo y de alimentación animal fue en su tiempo de lo más avanzado.
Gracias a estas factorías, entre otras cosas, COVAP siguió creciendo. Con el tiempo las necesidades de esta gran cooperativa, en lo económico, social y sentimental para todos los que vivimos junto a ella, fueron en aumento.
Los avances tecnológicos y la necesidad de incrementar la producción llevaron, una vez más, a decidir construir otras más acorde con los nuevos tiempos. Las nuevas industrias fueron posibles gracias a estas que ahora vemos en desuso y a tanta gente que, siendo cooperativistas o trabajadores, consiguieron hacerla rentable, permitiendo que la cooperativa se hiciera más y más grande.
Ese año, estudiando mi EGB, fue un año entretenido para mí. Cada día llegaba a clase con ganas de ver cuánto había avanzado, y uno a uno, esos cilindros huecos en su interior fueron levantados, formando hoy parte de nuestra historia colectiva y de nuestro paisaje.
Los años han pasado para todos, muchos incluso ya no están con nosotros. La vida y sus etapas: nacer, crecer y… Me gustaría que nuestra huella fuera tan profunda como la de COVAP y la de tanta gente que la hizo crecer hasta llegar a ser un referente que traspasa nuestras fronteras.
El concepto “cooperativo” no en todos los sitios ha tenido el éxito que aquí sí podemos apreciar. Es una herramienta válida para defender los intereses de los que no son poderosos y que solo con su unión los hace fuertes y competitivos.
Tendemos, en ocasiones, a no valorar lo que tenemos. Aquí hay un bonito ejemplo por el que sentirnos orgullosos y afortunados. Siempre he visto que COVAP no solamente ha sido de los cooperativistas o trabajadores que la integraban; ha sido y es un sentimiento colectivo, donde todos los que estamos de una forma directa o indirecta bajo su influjo la hemos considerado “nuestra” por el simple hecho de vivir aquí.
Que su futuro sea tan próspero como ha sido su pasado para que evite, en lo posible, la despoblación que nos amenaza. Y que siga fortaleciendo nuestra economía e influya, con su crecimiento,para que muchos de nuestros jóvenes retornen a la tierra que les vio nacer para hacer del lugar donde habitamos, un lugar con un futuro más prometedor.
Cultura
Hablando de presentaciones de libros, de Cultura y de Los Pedroches

Quizás, para la librería 17 Pueblos, todo empezara con aquel encuentro de escritores de Los Pedroches que tuvo lugar en abril de 2015 en Pedroche. Allí, una de las críticas más escuchada era el poco interés a nivel institucional y cultural en Los Pedroches para uno de los pilares fundamentales de la Cultura, los escritores y escritoras de esta tierra. Y tenían razón quienes lo decían, salvo contados casos.
Nueve años después, 17 Pueblos seguimos aportando nuestro granito de arena para evitar este desinterés.
Félix Ángel Moreno Ruiz, escritor de Pozoblanco, ha publicado una nueva novela, “Un crimen de barrio“. Estos días, la ha presentado en tres municipios de Los Pedroches, en Alcaracejos, en Torrecampo y en El Viso, y 17 Pueblos le ha acompañado. Hay que agradecer la disponibilidad de estos ayuntamientos para acoger este tipo de actividad.
Eso sí, de alguna forma habría que dar a entender que una presentación de un libro no es un “charlatán que te quiere vender algo“. Una presentación de un libro es una actividad cultural, donde gente “de la cultura” habla sobre un tema, intercambia impresiones con el público, donde el que va siempre aprende y comparte. No es obligatorio comprar un libro.
Quizás haya que cambiar el concepto, amoldar el continente, para darle más importancia al contenido. Es difícil entender cómo las personas que forman parte de un club de lectura no acuden a estos eventos, es difícil entender que una parte de la gran cantidad de lectores que existen no se interesen por estos momentos de charla literaria. Algo falla y algo debemos hacer todos por remediarlo.
Tu opinión
‘Caminata a la lucha y la reivindicación’, por Francisco Carrillo

Caminante, no hay camino, se hace camino al andar (Antonio Machado)
Aunque ya lleva un corto camino recorrido, el jueves noche, en claro acuerdo con la luna llena, la plataforma “Unidos por el Agua” escenificó su primer acto tras su legal constitución. Al atardecer de El Viso, aunando el sol poniente y la luna naciente, se congregaron un par cumplido de cientos de personas de toda edad, condición y procedencia en extramuros para una caminata. La aspiración era clara y sencilla: dar visibilidad a la plataforma, hacer ejercicio sano, comer un bocadillo en comunión reivindicativa y disfrutar de nuestro cielo con una luna espectacular.
Y el destino de ella, como todas las cosas importantes de la vida, sin nombrarlo, era la razón de nuestra procesión de zapatilla y mochila. Su nombre reverbera, una y otra vez, en las conversaciones de Los Pedroches y, supongo, el Guadiato: La Colada. El pantano olvidado, rescatado de ese pozo para intentar convertirlo en lugar emblemático de disfrute de la naturaleza y al que la realidad, que todos conocíamos y nadie quería reconocer, lo empujó a la sima del oprobio público: su agua está contaminada, incompatible en parte con la vida.
Pero aún así, anoche a su vera, en una orilla oscura como nuestro futuro, aún así, esa agua está salvando al norte de la provincia. Y de alguna forma a sus representantes, pues si la suerte de la Colada hubiera sido la misma que Sierra Boyera, se podría asegurar que los centenares de anoche serían miles muy cumplidos. Quizá coléricos. Quizá envalentonados con el arrojo del que nada más tiene para perder.
Ayer salía la noticia de que Andalucía aún tiene 4500 millones de euros de fondos europeos sin ejecutar. Si esto es así, se me ocurre de primeras un par de actuaciones imprescindibles, urgentes y justas en los Pedroches y Guadiato. Tenemos una ruina encima y, aunque el dinero no la pueda reparar en su totalidad, si puede ayudar a que sea, al menos, soportable.
Hago desde aquí un ruego a todos nuestros representantes políticos para reunirse ya, armarse de buena voluntad y hacer, de una buena vez, algo por una tierra secularmente olvidada y castigada.
Por favor.
Francisco Carrillo Regalón
-
En-Red-Ando hace 2 meses
Los Pedroches, el agua y la miseria hace 50 años (parte 2)
-
En-Red-Ando hace 2 meses
Los Pedroches, el agua y la miseria hace 50 años (parte 1)
-
En-Red-Ando hace 5 meses
La curiosidad de los guardacantones en nuestros pueblos
-
En-Red-Ando hace 2 meses
Los Pedroches, el agua y la miseria hace 50 años (y parte 3)
-
Actualidad hace 1 mes
El cartel retocado del 8M en Pozoblanco
-
Deportes hace 5 meses
La Federación de Peñas Cordobesas lleva de senderismo a 350 cordobeses por Pedroche
-
En-Red-Ando hace 2 meses
La leyenda de la ‘casa del judío’, desde Bécquer hasta Pedroche
-
Actualidad hace 10 meses
El PSOE de Pedroche pide transparencia y consenso ante la propuesta de creación de un Colegio Rural Agrupado